3 años, 9 meses, 11 días y 14 horas justo... (TIC-TOC, TIC-TOC) ahora; que comencé a incursionar en el mundo del creativo, donde los días son cortos y las noches largas, se trabaja como loco para conseguir un solo objetivo, la satisfacción absoluta del cliente, ese cliente que "siempre tiene la razón" pero existe una ley de vida "FreakLance" que deberíamos aplicar en este caso, un cliente siempre debe decidir entre una publicidad buena y otra muy buena, siempre y cuando el creativo sepa como guiarlo por el camino de la escogencia.

En muchos trabajos -me han explotado- Muchos trabajos he explorado, y experimentado distintos tipos -de tiranos- de jefes que han sabido lograr lo mejor de mi potencial, -chupándome los conocimientos por poca paga- aportando buenas ideas y mis conocimientos por su paga, pero siempre pensando en un objetivo mayor, CREAR PARA CRECER.

En mis distintas etapas me desempeñé como trainee en una agencia de publicidad pequeña con grandes aspiraciones a cuentas enormes, luego en punto de venta directo y por último y sin que me quedara más remedio funcionando como intermedio para otras empresas de freelance en mi propia casa, este último el más diverso ya que he conseguido ampliar mi cartera de clientes y mi desempeño nocturno como un 100%.

Pero todo eso no es lo mejor, mi criterio de arte pasó desde lo más burdo hasta lo más exquisito haciendo de mi carrera y de mi trabajo una forma de vida, admirando un buen comercial cuando aparece, una buena publicación con ojo crítico, sin embargo aplaudiendo a cada creativo que ha logrado que un cliente diga "está perfecto, ya no hay nada que cambiar", por eso y de ahora
en más pienso tener en claro que el cincuenta por ciento de la satisfacción está en hacer bien tu trabajo, pero el resto queda de amar y vivir lo que haces.