Enrique Armas
Santa Cruz de Tenerife
Me dedico a enseñar a otros a preservar y curar aquello que define nuestra humanidad y nos hace evolucionar juntos en esta tierra.
También ayudo a promover relaciones sanas, basadas en el respeto, la empatía y la colaboración. Porque el amor no duele, la idea de que quien ama debe sufrir y que todo tiene que ser pasión y dolor, está lejos de lo que implica la verdadera expresión de nuestra humanidad: el apoyo de unos a otros, vivir lo mejor posible y gozar de esas interacciones con plenitud, dejando un mundo mejor a las generaciones que vengan después.