Nací en Mérida, Venezuela de padres migrantes de San Rafael de Mucuchíes y de Guasipati. Muy pronto inicié mi propio camino de viajero sin límites al llegar a Caracas cargado por una madre divorciada dispuesta a todo por sus dos hijos. Desde ese punto de referencia partí muchas veces a tantos lugares, incluyendo a Maracaibo donde formé mi propia familia. Viví recién casado en Europa donde comprendí la importancia de haber leído tanto, y desde allá me decidí a escribir sin detenerme como lo he hecho hasta ahora.

Escapando de la violencia indiscriminada de mi país natal, me desplacé a Oklahoma, Estados Unidos, donde conocí la mayor diversidad de etnias que pude imaginar ayudándome a nutrir el caudal de letras brotando de un blog que acumula mi obra inédita y desarticulada. Escribo para olvidar, ahora desde Richmond, Texas un lugar con vista a su propio yo el cual me ha permitido llenar una tubería de obras para regar mi jardín de hojas.

Ubi pericula, ibi gloria.