Pedro Alberto Gonzalez Gonzalez
Software Engineer, Project Manager, and Public Speaker in País Vasco, España
- Bricolajero por vocación,
- Tecnólogo por formación,
- Funcionario por relación de empleo,
- Gestor por actividad
- y cuasi-jurista por ósmosis.
En la actualidad, felizmente jubilado.
Pero todo el mundo tiene un pasado, así que me explicaré mejor…
1.- Licenciado en Informática por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU, 1982), me quedé aprendiendo un poco más mientras daba clases, como profesor, durante un par de años en la misma Facultad donde estudié (Donostia).
2.- Después me vine a Vitoria-Gasteiz en 1985, al hacerme funcionario del Gobierno Vasco, pasando cuatro años en el EUSTAT (Instituto Vasco de Estadística), antes de aterrizar en el Departamento de Justicia, donde tuve el placer de liderar activamente la Informatización de la Justicia en Euskadi durante toda la década de los 90. La verdad es que estoy muy, muy satisfecho de esta época.
3.- Con el nuevo milenio salí a ver mundo, y estuve cinco años en el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), también responsabilizándome de la Informática Judicial, y viviendo en Madrid de lunes a viernes. Allí tuve la satisfacción de concebir y poner en marcha el “Punto Neutro Judicial”. El balance de esta etapa es, visto desde hoy, francamente positivo.
4.- Con el cocktel de derecho y tecnología que arrastraba, me centré en el mundo de la privacidad y la seguridad, así que me hice Lead Auditor de la entonces BS-17799 (hoy ISO-27000) y luego Auditor CISA de ISACA, y en 2005 me vine a la entonces recién creada Agencia Vasca de Protección de Datos (AVPD), donde me responsabilicé del Registro y Auditoría de Ficherosy, especialmente, de la seguridad de la información, como uno de los pilares de la protección de datos.
5.- Tras la plena aplicación del #RGPD en 2018, he sido, además, Delegado de Protección de Datos de la AVPD, y posteriormente, desde 2022, Secretario General de la Agencia. Nunca pensé que disfrutaría tanto en esta última función.
6.- Ahora, como jubilado, intentando huir de cualquier cosa que tenga que ver con la protección de datos y procurando disfrutar de tiempo, familia, amigos, música, lecturas y… ¡bricolaje!, al fin.
Y esto es todo, amigos.