Mi nombre es Abelardo Gorostieta Uribe, nací en 1967 en la Estancia de Nanchititla, una de las partes más pobres del Estado de México.

Tal como lo es para muchas familias en nuestro amado país, mi familia tuvo un modus vivendi que hizo necesario que los niños trabajaran desde una edad otemprana, fue así que al cumplir los 7 años de edad comencé a alimentar cerdos, pollos y vacas, así como a cosechar maíz, recoger manzanas y ayudar limpiando carne.

Crecí en medio de una de las realidades más duras de nuestro país: drogas, violencia, tensión e incertidumbre, que hacen del trabajo de los padres mexicanos para mantener a sus hijos alimentados, seguros y libres de peligro en tales lugares, un verdadero milagro. Le debo todo a ellos y a las acciones que tomaron para asegurar mi seguridad y educación.

Me gradué de la UAEM como Médico cirujano. Mi primer trabajo fue en la prisión de Almoloya de Juárez, donde brindé apoyo físico y mental a los reclusos. Fue por esta época, en la que me di cuenta que mi propósito en la vida era el ayudar a la gente a sanarse y procurarse a sí mismos.

Por esta época, había reconocido que el trabajo de mi vida era el ayudar a otros a alcanzar una buena salud física y mental. Comencé a aprender tantas maneras de sanar como pudiera, desde lo último en técnicas para sanar el dolor emocional hasta acupuntura china. Hoy en día estoy certificado en más de 20 formas de sanamiento y técnicas de coaching.

Estoy orgulloso de haber consultado a más de 250,000 pacientes, ayudando a la gente a sanar sus cuerpos, superar sus traumas, sanar dolor, a tener más confianza en sí mismos y finalmente a amarse a sí mismos auténticamente. He servido a mucha de nuestra gente, desde reclusos, agricultores, trabajadores y hasta poderosos hombres de negocios en las grandes ciudades. Esto me ha mostrado lo valiosa que es la vida de cada mexicano. También creé las primeras farmacias de bajo costo en Luvianos, San Martín Otzoloapan y Santo Tomás de los Plátanos, y comencé programas para educación nutricional y emocional en distintas áreas del Estado de México.

Por sobre todas las cosas, creo en el cultivo de la mente como una manera de empoderar a la gente. Y el empoderamiento de la gente como una manera de empoderar a la sociedad. México es mi todo, y mi más grande deseo es el ver a la gente empoderarse, para que así nuestra gente pueda tener la sociedad que se merece.