Claudio Omar Rodríguez

Nacido en La Plata, Argentina, el 28 de junio de 1962, manifestando gusto por el dibujo y por las Ciencias Naturales desde tiempos preescolares, habiendo leído de dinosaurios, coleccionado insectos y minerales desde inicios de la escuela primaria, luego conchas, caracoles, crustáceos y equinodermos; durante grados finales de la escuela, cactus, numismática, filatelia y balas, reuniendo con los años hasta piezas de artillería. Haber coleccionado etiquetas de cigarrillos y habanos fue providencial: la curiosidad de fumar satisfecha a los 11 años, sirvió para un definitivo alejamiento del tabaco a los 12. Así cuando, por comparación, la marihuana empezaría luego a rondar el entorno y estar a disposición, no constituiría tentación alguna.

Inicio en dibujo con óleo pastel, pintura al óleo y cerámica al empezar la secundaria, entre los 12 y 13 años. Desde los 14, interés en astronáutica, el fenómeno ovni y lecturas sobre extraterrestres en la antigüedad. Desde los 15, afición a ver y jugar fútbol. Que ir a bailar fuera un ritual social de imitación de pasitos de moda, era una ridiculez de la cual mejor huir.

A los 17, ingreso en las carreras de Periodismo y de Ciencias de la Comunicación Social. A los 18, inicio de prácticas periodísticas en un periódico semanal. Graduado a los 20, dedicado a los 21 a funciones de divulgación en un centro ufológico, luego a investigaciones en otro e ingresando a un grupo de contactos extraterrestres donde permanecería hasta los 26, habiendo efectuado en esos años diversas actividades de divulgación del mensaje de la agrupación contactista. Entre ellas, escribiendo ensayos, poemas y un libro de cuento sobre la temática, ocasionales notas periodísticas, siendo invitado a entrevistas radiales y realizado pinturas al óleo y exposiciones sobre temas cósmicos. Otro recurso fue la creación de una ficción de apariencia real, haciendo el papel de un extraterrestre hablando en radio. Para entonces, tenía asumida la idea de que todo humano es un ser cósmico circunstancialmente en la Tierra, antes procedente de otros mundos. Una experiencia extracorpórea ocurrida a los 23 años en el grupo contactista, en lo que constituyó una sustitución espiritual de poseedor del cuerpo físico, había tenido suficientes implicancias extrahumanas para marcar un antes y después en la historia personal.

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