Luis de Morales

Soy un pintor de gran calidad y acusada personalidad, seguramente el mejor entre los pintores españoles de la segunda mitad del siglo XVI, sólo El Greco me supera.

Me llaman el Divino porque pinto preferentemente temas religiosos con gran primor y sutileza.

La mejor etapa de mi pintura se extiende de 1550 a 1570, pintando numerosos retablos, trípticos y lienzos aislados que obtuvieron enorme difusión porque satisfacían la religiosidad popular de la época.

Pero no sólo hay contenido religioso en mis pinturas, algunas de mis telas contienen citas y datos de erudición letrada, procedentes del contacto con clientes ilustrados, entre ellos los obispos de ladiócesis de Badajoz.