María Concepción Pomar Rosselló

Yo, María Concepción Pomar Rosselló, cada día doy gracias por lo más grande que tengo, que es mi marido Dan, mi gran amor, amigo y el más maravilloso regalo en forma humana que me ha dado la vida. Dan es mi mayor apoyo como persona, mujer, profesora, escritora y trabajadora, como también lo son todos aquellos que me muestran aprecio y respeto y los que, por tanto, valoro profundamente en mi vida, y por los que procuro dar siempre lo mejor de mi misma. También agradezco profundamente la confianza y el trabajo conjunto con mis alumnos (que también son mis maestros) y con las personas que confían en mí como empleada, amiga y compañera. Gracias también muy especialmente a todos aquellos que confían en la efectividad de mi trabajo como profesora, traductora, comentarista, escritora, biógrafa y correctora, que junto con el amor de los míos es lo más valioso que tengo y lo que más felicidad y satisfacciones me da. Gracias también al Cielo por mis pequeñas peludas Lucien y Madeleine, a nuestro delicioso diablito Beren, a mis lobitos Didit y Ashyto, a la fuerza constante de mi madre y la protección eterna de mi padre. Gracias por estar ahí y permitir realizarme como ser humano y como persona. "El silencio es la forma de trabajo más poderosa. Por muy vastas y elocuentes que sean las escrituras, fallan porque no producen efecto. El Guru está en silencio y su gracia gana a todos. Este silencio es más vasto y más elocuente que todas las escrituras juntas." - Ramana Maharshi