Las redes sociales me han enseñado el valor de la solidaridad, de estar conectado y desconectado, me han enseñado a compartir para conocer, la importancia de escuchar.
La fotografía me ha enseñado a mirar el mundo de mil maneras distintas, a disfrutar observando. Me ha ayudado a recordar momentos, hacerlos inmortales. Me ha enseñado el valor de la luz y la sombra. Que se pueden hacer fotos sin cámara pero no sin corazón.
El diseño me ha enseñado a ordenar, estructurar, reticular, ser meticuloso. Me ha enseñado el verdadero significado de los colores, las formas, las tipografías. Lo difícil que resulta quedarse con lo esencial.
Ser emprendedor me ha enseñado a tener sentido común, a contar lonchas de queso para tener suficientes para toda la semana. Me ha enseñado a ver como nacen y mueren mis proyectos, a no tener horario, a saber que tus clientes son tus jefes, a disfrutar trabajando. Me ha enseñado a conectar con mis pasiones y a no tener miedo.